Haré un pequeño test.
Me gustaría que cada lector responda el siguiente
cuestionario.
- Cuantos pobres había en el mundo en 1980 y cuantos
ahora? Cree que eran más o menos?
- Que credibilidad tienen para usted las siguientes cifras:
En 1970 el 29% de
la población del mundo ganaba 2 dólares por día En 2000 el 10% de la población
del mundo ganaba 2 dólares por día (a valor constante)
- Por qué China adoptó un sistema económico de libre
mercado a partir de 1980?
- Por qué la pobreza bajó en China desde 1980 en 300 millones de personas?
- Cuantas veces aumento la exportación de China desde 1980 a 2004?
- Por qué Corea del Sur exporta 180 mil millones de
dólares al año y la del Norte 2 mil millones?
-Qué le sugieren estas cifras?:
MORTALIDAD INFANTIL EN LAS DOS COREAS
1975: Corea del Sur 68 por mil; Corea del Norte 70
por mil
2000: Corea del Sur: 4 por mil; Corea del Norte 42
por mil
- Y éste?
MORTALIDAD INFANTIL EN 2005
Cuba: 6 por mil
Chile 8 por mil
Costa Rica 8 por mil
- Por qué Chile es el único país de Latinoamérica que
cumplió las Metas del Milenio, al bajar la pobreza del 40%, en 1990 a 16% en 2007?
- Por qué Chile pasó de exportar 9 mil millones a 40 mil millones?
- Por qué Chile tiene tratados de libre comercio con
más de 100 países y acaba de ser invitado a integrar la OCDE ?
- Cuantos muertos produjo la Revolución Soviética
por Guerra civil, por la colectivización forzosa en Ucrania y por las Purgas de
la década del 30
- Leyó alguna vez a Kravchenko, un miembro del Partido
Comunista de URSS que escapó a occidente en 1944. En 1947 escribió lo que
sigue:
Aquellos
comunistas que se vieron directamente envueltos en los horrores que acompañaron
a la imposición del colectivismo quedaron marcados. Éramos hombres que no
podíamos esconder las cicatrices.(…)
Me refiero a los
comunistas cuyos sentimientos no habían quedado embotados por el cinismo. De
nada nos valían los esfuerzos por encontrar una explicación adecuada: para
nosotros carecía de sentido la bien conocida aritmética de las atrocidades: mil
víctimas hoy con vistas a asegurar mañana la felicidad de miles de no nacidos.
Encontrábamos imposible justificar el imperio del terror en el campo.
- ¿Cuantas personas murieron en la Revolución Cultural
china?
- ¿Qué opina de las invasiones soviéticas a Hungría,
Checoslovaquia y Afganistán?¿ A que fase o periodo de la construcción del
socialismo corresponden?
-¿Por qué los ciudadanos cubanos no tienen acceso a Internet?
- ¿Por qué en Cuba se ha discriminado a los
homosexuales desde la
Revolución , según consta en innumerables testimonios?
- ¿Podría explicar brevemente por qué motivo Cuba
apoyó a la Argentina
de Videla, en Naciones Unidas, cuando se planteó la posibilidad de votar
reclamando por los Derechos Humanos en Argentina?
- ¿Sabe que existen algunos pensadores y escritores
como Karl Popper, Frederick Von Hayek, Schumpeter, Von Mises, Isaiah Berlin,
Koestler, Andre Guide, Jorge Edwards, Carlos Montaner? Leyó algo de ellos? Que
opinión le merecen?
- ¿Por qué los balseros tratan de escapar de Cuba?
- ¿ Por qué el Presidente Chávez habla de no comerciar
con EEUU, no firmar acuerdos de libre comercio con él, y el Presidente Castro
habla de que Cuba está pobre debido al embargo de EEUU, y pide poder comerciar
libremente con dicho país?¿ Nota alguna contradicción entre ambas posturas de
dos presidentes amigos?
- Por SI o por NO
- Es preferible que la gente elija sus gobernantes
- Es preferible que los gobernantes vean limitados sus
poderes con mecanismos de contrapeso
- Es preferible que las mayorías respeten los derechos de las minorías
- Es preferible que las gente invierta, produzca,
trabaje, comercie, compre y venda libremente
- Es preferible que haya racionamientos, precios
máximos, cuotas, cupos, bonos, controles del Estado, trabajo obligatorio
- Es bueno o no que haya prensa libre, desde grandes
cadenas hasta blogs personales o que el Estado tenga el unico diario disponible
- Que afirmación prefiere “es preferible menos
libertad pero que el Estado garantice mi bienestar” o “es preferible más
libertad, aunque nadie más que yo garantice mi bienestar?
- Es bueno o malo que haya inversion extranjera en un pais?
- Si es bueno, como atraerla, si es mala, como alejarla
- ¿ Sabe cuanta inversion extranjera capta China?
- ¿Cuanta capta Chile?
- ¿Cuanta capta Argentina?
- En suma, ¿ cuales son para usted los principales
problemas contemporáneos y cuales sus posibles soluciones?
Me gustaría contar con las respuestas. Me temo que
muchas de ellas confirmarían la frase de Popper, en el sentido de que todo el
aparato de difusión de ideas e información insiste en que vivimos en un “mundo
miserable”, y que hay que buscar “otro mundo” alentando así un milenarismo
irracional, a la búsqueda de utopías que nos condenan al infierno.
El propósito de este libro es divulgar entre público
no especializado-idealmente entre jóvenes y adolescentes- algunas ideas-fuerza
que definen el marco de comprensión de la realidad que plantea el liberalismo.
La finalidad, puramente idealista, es contrarrestar ese lamento cotidiano y
relatar que el liberalismo no es cosa de señores viejos y gordos, sino que las
páginas más audaces, creativas y valientes de la humanidad se escribieron bajo
esa bandera. Pero para eso hay que conocer qué es el liberalismo, cuales su
concepción de sociedad, la economía, el mercado, los salarios, la pobreza, la
ley, el Estado.
El liberalismo no busca la felicidad. Si se entiende
esta premisa, se entiende todo el resto.
El socialismo, en cambio, avanza sobre la búsqueda
de felicidad humana. Cree conocer su fórmula, y penetra por ese camino, en la
mente, el alma, los sentimientos del hombre, a los cuales transforma en materia
de su Programa: no se trata, tan solo, de “liberar las fuerzas productivas” ,
traer una mejora en la economía sino crear un Hombre Nuevo, trabajar como
“ingenieros de almas” como Stalin definió a los artistas, creando así un nueva
conciencia (que en general se basa en desechar los pequeños placeres burgueses
y disfrutar en cambio de la grandiosa construcción del Socialismo)
Se educa así a las nuevas generaciones en el culto
al esfuerzo, la solidaridad, el sacrificio, el desprecio a los placeres
individuales, se entrena la mente para aceptar que fuera de la comunidad no
somos nada, que sólo valemos como parte del proyecto socialista, el cual nos
aparta de las angustias y las dudas típicas del intelectual burgués. Somos
felices, en el Socialismo, cuando posponemos los deseos individuales (amor,
placer, entretenimiento, juego, conocimiento, reconocimiento, diversión,
adquisición de bienes) y nos alegramos del esfuerzo, la lucha, las privaciones,
la mística de la construcción colectiva del proyecto social.
Esta búsqueda de una felicidad “épica” transforma a
las personas en actores de un drama panificado desde la cúpula, escrito por el
Partido y el Líder.
El problema para el pobre individuo es que muchas
veces no tiene ninguna gana de representar ese papel. Esta “recaída” en los
vicios pequeñoburgueses le trae enormes problemas de conciencia: siente que,
íntimamente, ha traicionado la lucha por la felicidad colectiva entregándose a
sus deseos. A modo de nuevos monjes, los “hombres nuevos” ahogan sus deseos con
autoflagelaciones para matar al demonio burgués que habita en sus tripas. Y eso
duele. Se sufre en el Socialismo: no solo por las privaciones materiales que un
régimen de racionamiento y lucha contra la ganancia provoca, sino por el
sentimiento de culpa que a todo buen socialista le embarga cuando tiene esas
tentaciones carnales.
Escribe Yoani
Sanchez, bloguera cubana (cuyo Blog no puede accederse desde Cuba) :
Para los cubanos de mi generación, la idea de
anhelar el éxito implicaba el padecimiento de una terrible desviación ideológica,
no sólo si se pretendía sobresalir en lo personal sino también en el ámbito
profesional o económico. Se nos educó para ser humildes y se nos impuso la
norma de que al recibir algún reconocimiento público, era obligatorio subrayar
que sin la ayuda de los compañeros que nos rodeaban hubiera sido imposible
obtener semejante resultado. Lo mismo ocurría con la simple tenencia de un
objeto, el disfrute de una comodidad o la “malsana” ambición de prosperar.
La pretensión de ser competitivo se castigaba con etiquetas
muy difíciles de despegar de nuestro expediente, como las acusaciones de
autosuficiente o inmodesto. El éxito tenía que ser -o parecer- común, fruto del
esfuerzo de todos, bajo la sabia dirección del Partido. Así aprendimos que la
autoestima tenía que disimularse y que había que ponerle riendas al entusiasmo
emprendedor. Los mediocres tuvieron su agosto en esta sociedad que terminó por
cortar las alas a los individuos más atrevidos, mientras potenciaba el
conformismo. Eran los tiempos de ocultar las pertenencias materiales, demostrar
que todos éramos hijos de abnegados proletarios y afirmar que odiábamos
profundamente a los burgueses.
Algunos fingieron que abrazaban el igualitarismo,
pero en realidad acumulaban privilegios y amasaban fortunas, mientras repetían
en los discursos los llamados a la austeridad. Eran los que seguían
diciendo en las autobiografías que venían de una familia pobre y que su
aspiración principal era servir a la patria. Con el tiempo sus colegas del
trabajo descubrían que detrás de la imagen de ascetismo se escondía un
desviador de recursos del Estado o un acumulador compulsivo de posesiones
materiales. Aún hoy, la máscara de la frugalidad ha seguido en sus rostros,
aunque sus abultados abdómenes digan todo lo contrario.
Como los líderes lo saben - ellos también son
humanos- conviene distraer a los súbditos con la palabra: la Palabra Única- emitida a
la mañana por el Diario Único, recogida después por la Emisora Única y la Televisora Única- está
destinada como en un acto de hipnotismo colectivo a exorcizar los malos
pensamientos, a alejar a los ciudadanos de los deseos individuales, en especial
de la libertad de pensamiento. El ideal de los Planificadores Socialistas es
planear los pensamientos de los súbditos, organizarlos en parcelas, niveles y
jerarquías perfectamente claras, a fin de facilitar el dominio.
Todos sabemos que ese delirio se derrumbó hace
veinte años, aunque persiste en contados países. Pero el sustrato de ese
delirio existe en todo buen socialista democrático con aspiraciones: no es algo
que pueda erradicarse con “antistalinismo”: el Hombre Nuevo es una enfermedad
del Socialismo, está en su esencia- heredera remota de los milenarismos
medievales- escarbar en el alma humana para extirpar el Mal que habita allí.
El Liberalismo, entonces, tiene en el Socialismo a
su más formidable adversario, porque todas sus variantes buscan afectar desde
el Estado el ámbito de privacidad de la persona humana: desde la aventura
nazifascista hasta el Gulag soviético, desde los populismos latinoamericanos
hasta la amable Socialdemocracia, hay en el Socialismo siempre una fuerte
intención controladora de la libertad, esa enemiga peligrosa de Viejos y Nuevos
Regímenes, de Zares y Conductores.
La libertad de mercado soportó los edictos de
control de precios, la imposibilidad de viajar y comerciar libremente, los
peajes feudales, el control de salarios, las limitaciones al trabajo libre que
imponían los Gremios Medievales, los impuestos del Rey, la depreciación de la
moneda por adulteración de su ley de oro o plata, las pesas y medidas
arbitrarias, los controles , requisas, confiscaciones, expropiaciones,
estatizaciones, nacionalizaciones, socializaciones a que se sometió a la
propiedad privada, junto a los beneficios extraordinarios para los favoritos
del poder: subsidios, cuotas de mercado, precios asegurados, privilegios
impositivos, protecciones aduaneras, acceso a información reservada, etc.
El viejo régimen, un muestrario de todas las
prácticas intervencionistas fue sucedido por el nuevo régimen. Algo los unía
sin embargo: el afán de constructivismo, de ingeniería social: es el legislador
el que decide que, como, cuando y a quien comprar.
El racionalismo que trajo la Revolución Francesa ,
sus incontables profetas, reformadores, utopistas, socialistas científicos o
no, partieron todos del desconocimiento de los productos naturales de la
sociabilidad y pretendieron legislar para “mejorar el mundo”. Iniciaron así, el
“camino de servidumbre”.
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