viernes, 20 de mayo de 2016

La saga continúa



Inflación y otras desgracias

La transición argentina del populismo a la República continúa, semana a semana, deparándonos sorpresas, giros, cambios, avances y retrocesos. Este experimento, único en Latinoamérica, anticipa  otras posibles transiciones como en Venezuela o Brasil.
La situación, esquemáticamente es esta: la gente sigue esperanzada, más de un 60% apoya a Macri, pero por primera vez en años el principal  problema señalado es la inflación, por encima de la inseguridad. 
La gente percibe alto riesgo de incremento de la inflación, de una devaluación y de problemas laborales. Por ejemplo, mientras en enero un 68% percibía alto riesgo de incremento de la inflación, en febrero este porcentaje se eleva al 83%. 
La percepción de riesgo está en similares valores críticos a los que había en septiembre de 2014, momento en el cual fue removido el Presidente del Banco Central, ante la expectativa de un dólar a 20$ y una crisis global de la economía cristinista.
El Gobierno de Macri se sostiene no en hechos, ni expectativas inmediatas, sino en una esperanza de mediano plazo. Como dijo Macri “Tengo que tender un puente entre este presente y el futuro”. ¿Podrá?
El presente, como producto de un pasado que cada día se descubre más ominoso y delincuencial, es la construcción también, de una sociedad que acompañó en silencio al robo más monumental que jamás gobierno alguno organizó. No todos, claro está. Recordemos la millonaria marcha del 8 de Noviembre de 2012. O la marcha por Nisman, de febrero de 2015.
Macri abrió la herida y ahora ésta supura. Mucha gente lo culpa de eso y olvida al verdadero causante.
La otra derivación es que si bien no se culpa masivamente  a este gobierno por la inflación, casi la mitad de la población cree que la causa de la inflación es la codicia de los empresarios y pide volver a los controles que Guillermo Moreno supo establecer a punta de pistola o de llamado telefónico amenazante.
Se aplica aquí esta afirmación ya olvidada de Ludwig Von Mises:
Llaman “inflación” a la consecuencia inevitable de la inflación, es decir, al aumento en los precios. Ansían relegar al olvido el hecho de que este aumento se produce por un incremento en la cantidad de dinero y sustitutivos del dinero. Nunca mencionan este incremento. Atribuyen la responsabilidad del aumento del coste de la vida a los negocios. Es un caso clásico de ladrón gritando “¡Al ladrón!” El gobierno, que produjo la inflación multiplicando la oferta de dinero, incrimina a los fabricantes y comerciantes y disfruta del papel de ser un defensor de los precios bajos''.

El aliado radical del Macri, Ernesto Sanz , dijo que “algunos empresarios se merecen un Moreno”. O sea: el Gobierno es muy tibio con los empresarios y sería bueno llamar a Moreno y devolverle su cargo…

Holdouts

Donde el gobierno no yerra es en el tema de los Holdouts, ese conjunto de fondos de inversión que no aceptó la reestructuración de la deuda y litigó contra Argentina…y ganó el juicio. Hay que pagar, dice, porque si no habrá un Mega ajuste o una Hiperinflación.  Y  propuso una quita y una forma de pago aceptada por casi todos esos fondos.
Pero el peronismo huele sangre y ataca. Aunque “parece” que finalmente el Congreso podrá votar la derogación de dos leyes, exigida por el juez…no lo hará gratis. Los caciques del cada vez más intrincado peronismo, pelean para ver quien exige más del gobierno para dar quorum o votar afirmativamente la propuesta del ejecutivo. Hay que negociar con Massa, con De la Sota, con Pichetto, con Bossio, con Recalde…Mientras Cristina despachaba una ley como quien manda un email, Macri tiene que sudar con cada cacique, cada gobernador, cada senador.
Esto desgasta al gobierno, le quita las energías necesarias para lograr cambiar, que es su consigna. Las inversiones son  remolonas y solo llegarán cuando el tema Holdouts este resuelto…aunque siempre hay alguna razón para NO invertir: “¿Garantiza Macri la gobernabilidad?¿El Peronismo no hará alguna de las suyas y dinamitará al gobierno?¿Tendrá mayoría en el Congreso Macri en el 2017?”
La gente ha dado ya un plazo para derrotar a la inflación: un año. Macri pide cuatro. El Cristinismo juega al Golpe. El Peronismo no cristinista juega a sacarle todo lo que pueda a un Estado exhausto. Los medios juegan a no pasar por “oficialistas”.. y castigan al gobierno. El gobierno hace su parte, y se equivoca en muchos temas, muestra impericia. Y sabe que la verdadera solución al déficit del 7% del PBI no es echar a 10,000 ñoquis sino a dos millones de empleados públicos, política suicida  e inaplicable.
Dejar de imprimir billetes significa reemplazar los ingresos no con papel pintado que se licúa,  sino con aumentos de tarifas, disminución de los subsidios, ralentización de la obra pública, despidos y otras lindezas inaceptables para el político promedio.
Ese es el desafío de Macri. No parece ser que la sociedad pueda entenderlo.


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